Valor alimentario de vertebrados silvestres en el Chaco Seco argentino: una exploración participativa
Valor alimentario de vertebrados silvestres en el Chaco Seco argentino: una exploración participativa
- Tipo de actividad: Oral
- Palabras clave: Conservación; Monitoreo participativo; Seguridad alimentaria
- Autoría: Neme AM, Pernazza G, Correa HH, Haene C, Celin T, Totino M, Camino M
- Afiliación: IIIA-UNSAM-CONICET, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Escuela de Hábitat y Sostenibilidad (EHyS), Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Campus Miguelete, San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina | Proyecto Quimilero, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina | Laboratorio de Biología de la Conservación, Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL – CONICET), Universidad Nacional del Nordeste, Corrientes, Argentina
- Email: andreamneme@gmail.com
En el Chaco Seco argentino, tanto las comunidades indígenas como los pobladores criollos (CIPC) dependen del consumo de carne de vertebrados silvestres como una fuente esencial para su seguridad y soberanía alimentaria. Sin embargo, las poblaciones de estas especies están disminuyendo aceleradamente, principalmente los vertebrados medianos y grandes, debido a la sobreexplotación y a la pérdida de hábitat por el avance urbano y la agricultura industrial. Esta situación pone en riesgo tanto la biodiversidad como los modos de vida locales. Frente a este contexto, es fundamental conocer qué especies se utilizan con fines alimentarios y cuál es su estado poblacional, para diseñar estrategias de conservación y manejo sostenible. El objetivo de este trabajo fue implementar un monitoreo participativo de vertebrados silvestres, con foco en las especies de importancia nutricional para las CIPC de una porción del Chaco Seco argentino. Aplicamos metodologías complementarias, incluyendo fichas de monitoreo participativo de dieta enfocado en fauna silvestre y fichas de monitoreo participativo de especies detectadas por las CIPC en sus actividades diarias –por avistajes o rastros–. Además, para conocer la riqueza de especies en los parajes y obtener información sobre su presencia, instalamos cámaras trampa en sitios indicados por los pobladores, quienes también participaron de talleres de entrenamiento en el uso de esta herramienta. Las cámaras se instalaron en julio de 2025 y aún están en funcionamiento. A través de reuniones y talleres, presentamos la propuesta metodológica a las comunidades e intercambiamos saberes promoviendo la participación local. De 12 especies detectadas con el monitoreo de fauna silvestre, encontramos, mediante el monitoreo de dieta, que 10 especies eran consumidas por las CIPC. Este trabajo refuerza la necesidad de integrar el conocimiento local en las estrategias de conservación, promoviendo prácticas que aseguren tanto la protección de la biodiversidad como su sostenibilidad alimentaria en el territorio.