La geología y la exposición informan la ocupación de la chinchilla de cola corta (Chinchilla chinchilla), una especie En Peligro a escala global
La geología y la exposición informan la ocupación de la chinchilla de cola corta (Chinchilla chinchilla), una especie En Peligro a escala global
- Tipo de actividad: Poster
- Palabras clave: altos andes; chinchíllidos; coladas volcánicas; ocupación; foto-trampeo
- Autoría: Ocaranza Di Battista S, Bustos E, Branch LC, Hernández J, Ibañez EA, Segovia JM, Tálamo A, Túnez JI, Pietrek AG,6
- Afiliación: Instituto de Bio y Geociencias del NOA (IBIGEO), Universidad Nacional de Salta, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) | Department of Wildlife Ecology and Conservation, University of Florida | Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Salta (UNSa) | Grupo de Investigación en Ecología Molecular (GIEM), Departamento de Ciencias Básicas, Universidad Nacional de Luján (UNLu) e Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable (INEDES CONICET UNLu) | Ministerio de Ambiente y Cambio climático de la provincia de Jujuy, secretaria de Desarrollo Sustentable y Biodiversidad | Wildlife Conservation Society, Argentina
- Email: sofiaocaranzadb@gmail.com
La chinchilla de cola corta es una especie amenazada globalmente, con poblaciones confirmadas en Argentina desde 2022. En nuestro país, su distribución en los Altos Andes se superpone con numerosos proyectos mineros en expansión. Para conservar las poblaciones remanentes es fundamental comprender los factores que afectan la ocupación de los roquedales que habitan. Entre octubre y diciembre del 2024, dispusimos cámaras trampa en 49 roquedales distribuidos en un área de 2600 km2 en los Altos Andes desérticos de Salta, con un esfuerzo total de 1885 trampas-noche. Utilizamos modelos de ocupación corregidos por detectabilidad para identificar las variables que afectan la ocupación de chinchillas a escala de roquedal y de paisaje. A escala de roquedal, consideramos variables obtenidas por sensores remotos (área, pendiente promedio, exposición y estructura geomorfológica) y otras medidas en campo (cobertura vegetal). A escala de paisaje, evaluamos el aislamiento como la distancia al roquedal más cercano (165-2828 m) y la superficie de roquedales en un buffer de 500 m. Encontramos que el 58% de los roquedales fueron ocupados, con una alta detectabilidad de 0,64 (IC 95%: 0,58-0,70). Ni el área del roquedal, ni el aislamiento, ni la cobertura herbácea se relacionaron con la ocupación. Los roquedales ocupados fueron coladas y complejos volcánicos, sin presencia en ignimbritas o complejos plutónicos. Los modelos ranquean la exposición del roquedal como una variable importante, con roquedales de exposición S-SE más ocupados que aquellos de exposición N-NO, coincidiendo con los vientos dominantes en el área de estudio. Nuestro trabajo aporta los primeros estimadores de ocupación para la especie, destacando la importancia de las características físicas y geológicas en la ocupación de los roquedales. Sugerimos aumentar el esfuerzo de muestreo en geoformas subrepresentadas y enfocarnos en un mayor número de roquedales, por menos tiempo, dada la alta detectabilidad de la especie.